Morado le dice a rojo que el coraje no es malo.
Amarillo quiere convencer a negro, de que la tristeza puede diluirse con un poco de blanco.
Verde quiere convertirse en azul, porque piensa que así puede gustar más.
Naranja está cansado de llamar la atención y de vez en cuando se disfraza de gris, para pasar desapercibido.
Rosa desea ser menos ingenuo e intenta adoptar el escepticismo de café.
Siempre el anhelo de ser diferente a lo que se es, cada quien en su papel, en sus ganas de tener la razón, en la insistencia de no ceder a la disolución.